Don Eduardo Francisco Mauro, inmigrante italiano llega de Rovito, Cosenza a los 9 años. Luego, en su adolescencia aprende el oficio de artesano en vidrio, destacándose como el más reconocido en la ciudad en el trabajo manufacturado de biseles y en tallados.
Más tarde, con tres socios funda la vidriería “Aldo Ragazzi y compañía”, especializada en la fabricación del vidrio plano para la construcción situada en Italia al 1600. En los años 70, su hijo mayor, Rubén Mauro inaugura Rosario Cristal, el primer showroom de diseño con cerámicos, sanitarios, griferías, espejos y demás elementos para la decoración del hogar en la esquina de Italia y Pellegrini.